Maratón semiclandestina de Tánger

Mi viaje a la bonita ciudad de Tánger ha quedado eclipsado por la desastrosa organización de la maratón. Los agradables paseos por la Medina, la Kasbha, la zona nueva y el paseo marítimo no han resultado lo placenteros que me hubiera gustado. Aunque el cuscús y el tajine de pollo están muy ricos.

 

Resulta que cuando fui a recoger el dorsal me dicen que no se celebra la maratón porque hay muy pocos inscritos y no les merece la pena disponer de tantos recursos para tan poca gente (amosnomejodas). Que sólo salen la media y el diezmil. La decepción que me llevo es tremenda después de haber viajado hasta allí. Una corredora mejicana, Blanca Solís, afincada en Tánger, decide ayudarme y habla por teléfono con los responsables exponiéndoles mi queja, gracias desde aquí. También llamo a Paco Noguera, director de carreraspopulares.com, que hacían las inscripciones, y «les retuerce el brazo» para que al menos manden un email a los afectados para informarles, devuelvan lo que pagamos y nos inviten a la media y así lo hacen. También le doy gracias.

Como yo había venido a correr una maratón les digo que yo correré 21 km antes y luego me incorporaré y haré la media con todos para completar los 42. Les preguntamos que si puedo coger agua en los avituallamientos y me dicen que sí, que estarán montados desde las 7 y así lo hago. A grandes males grandes remedios.

Pues esta es una nueva experiencia que no me había pasado nunca y que al final no ha salido tan mal como me suponía. La verdad es que la media estaba muy bien montada y no la disfruté.

He hecho 1:58 en la primera media y justo igual en la segunda y encima no me ha dolido nada, en este aspecto fenomenal.

Ya llevo 125 maratones y la calificación que le pongo a ésta es de cero patatero. Nunca más volveré a correr una maratón en Marruecos.