Para los novatos, para los veteranos; para los rápidos, para los lentos; para los que van a acabarla, para los que quieren marca. Para los jóvenes, para los viejos. Para los guapos, para los feos; para los chicos, para las chicas. Para los entrenados y para los que no entrenan. Para los expertos, para los inexpertos. Para los que ríen y para los que lloran; para los que sueñan, para los que tienen los pies en el suelo. Para los idealistas o para los racionales.
Para todo@s l@s corredores/as, en la semana anterior a la maratón se tienen, lo que vulgarmente llamamos, las cagaleras de la muerte.
Se pueden presentar de muy diversas maneras y los síntomas a sufrir muy diferentes. Desde un simple desasosiego a una verdadera enfermedad de cama. Pasando por dolores de muy diversas índoles. Manifestaciones claras de lesión, tendinitis, sobrecagas, molestias mil. Dolores de cabeza o febriles. Diarreas varias. Hasta embarazos psicológicos, he oido decir.
Para combatir todos estos síntomas solo hay un remedio: ajo y agua. Ahhhhhhhh y pasta, mucha pasta. Spaguetis a tutti plen.
El día D a la hora H. en la línea de salida, todos los males desaparecen y a corrrrrrrrrrer.
Alguna cervecita tampoco es mala para combatir esa «cagalera», y efectivamente, suena el pistoletazo de salida y todo se esfuma.
Salu2
¡¡¡Magistral!!! Con tu permiso me ‘llevo’ la crónica a nuestro grupo de Facebook para que la lea el personal, sobre todo, maratonian@, entre los que me incluyo.
P_D. Me voy al baño de urgencias 😉
Yo llevo toda la semana sin pegar ojo, esta noche un par de cervezas frías no hay quien me las quite.
Mucha suerte para mañana y a seguir sumando.
Un abrazo.
PIRAÑA